Publicado como Nota de facebook, el 20 de abril de 2011.
“Reconozco que antes del acto nos comprometimos con los funcionarios provinciales a que no habría ninguna expresión pública en contra del gobernador ni de De la Sota, y lo cumplimos. Nadie de La Jauretche silbó a Schiaretti ni al ex gobernador”, declaró ante La Voz del Interior”, hace 10 días, Martín Fresneda, líder de la agrupación, una de esas “mil flores” que entusiasmaron a Néstor Kirchner poco antes de su muerte.
Esa declaración no fue desmentida, como esperábamos, por alguien que, por su filiación y su trayectoria, obtuvo el respeto de toda la militancia nacional y popular. Es necesario, pues, tomarlas en serio, considerar el significado preciso del texto. Porque no se trata, es evidente, de la defensa, posible, de una posición según la cual “debe respetarse la figura del gobernador”, sea quien sea. Este criterio, discutible, por cierto, no requiere de pactos o compromisos formales, ya que deriva de una convicción propia. De modo que, si hubo compromiso “con los funcionarios provinciales”, es claro que se compartía el propósito de aquellos, que buscaban “salvar” a Schiaretti y a De la Sota de un repudio previsible. Ese repudio, expresivo de coherencia, se buscaba amordazar, de algún modo, para que no llegara a los oídos de Cristina, demostrando acabadamente el rechazo masivo de la militancia k al tristemente célebre pacto “de unidad” con el PJ delasotista.
¿Qué fines podía perseguir Fresneda, en la ocasión? Creemos, lamentándolo, que actuó respondiendo, por “obediencia debida”, a quienes le ofrecieron un lugar expectable en el Partido de la Victoria, formación a la cual asignan un rol en la negociación no pública y vergonzantemente llevada con el delasotismo cordobés, cuyos costos políticos se quiere evitar…con la “técnica” del avestruz.
Unos días antes, cuando nos cruzamos en la marcha del 24 de marzo, el que suscribe, en compañía de otros compañeros de Iniciativa Popular, le señalamos a Martín que la tarea de “normalizar” el Partido de la Victoria, por sus implicancias en relación al acuerdo con De la Sota, podía llevar a la destrucción de la Jauretche, que no soportará ser “tropa boba” en ese pacto contra natura con el neoliberalismo cordobés.
Hoy, nuevamente en “La Voz del Interior”, se cita a Fresneda formulando declaraciones en Mitre 810, donde habría dicho que “Jaime es un dirigente de primera línea que armó las estructuras para que el kirchnerismo exista en Córdoba: goza del mayor de mis respetos.” “La Voz” lo consigna en la página 11 y, como frase del día, en la tapa.
Jaime, para no hablar de otros asuntos que han contribuido a su fama no envidiable, fue en Córdoba el “creador” de Campana y un destacado operador en anteriores pactos con el PJ delasotista. Los compañeros de La Jauretche y los jóvenes, en general, que inician su experiencia en las luchas populares se interrogan, hoy, buscando respuesta al título de esta nota escrita con pesar, pero con la firme convicción de que la militancia popular, y la juventud kirchnerista, en particular, no será confundida, no subirá al tren neoliberal, ni se quedará “silbando y mirando al techo con cara de idiota” en las elecciones del 7 de Agosto, para dejarle a De la Sota el territorio libre y “resucitar” (sin honor) en Octubre, haciendo, para la reelección de Cristina, lo que omitieron hacer en nuestra provincia, en la necesaria batalla contra el futuro jefe del Grupo A.