Nací en Córdoba, Argentina, el 23 de julio de 1947 y me crié en el norte de la provincia, donde mi familia paterna estaba radicada desde tiempos coloniales. A los 17 años me incorporé a la politica, afiliándome al Partido Socialista de la Izquierda Nacional, que por esos años tenía, como máximos dirigentes, a Jorge Abelardo Ramos, Jorge Enea Spilimbergo y Ernesto Laclau. Entre 1971 y 1973, tras mudarme a Buenos Aires, integré la Mesa Nacional del Partido, y, durante un lapso, fui Secretario de Redacción de la revista teórica Izquierda Nacional, cuyo Director era Ramos. Fui detenido por el golpe militar de 1976, durante un breve periodo y me cesantearon en el Banco de la Provincia de Córdoba, por la militancia política. A partir de 1977 me fui distanciando de Jorge A. Ramos y su sector y me identifiqué con las posiciones que sostenía Spilimbergo, al que consideraba consecuente con nuestra tradición y principios, lo que se acentuó a medida que el primero, hasta allí reconocido máxima figura del PSIN y del FIP fue apartándose de los lineamientos hasta entonces sostenidos por él mismo, durante un proceso que culminó, como es sabido, con su respaldo a Menem y las políticas neoliberales del 90. Voté por Néstor Kirchner en el 2003 y enseguida me sumé a todos los que veíamos en su arribo al poder una expresión del viraje de la política nacional parido por las jornadas del 2001. Al fundarse en Córdoba, para respaldar al gobierno contra el alzamiento rural, participé en Carta Abierta. En las elecciones de 2011, contra lo que consideraba una defección del “kirchnerismo oficial”, contribuí a la formación del Frente de Unidad Popular y Humanista, enfrentando al “partido único neoliberal de Córdoba” (De la Sota, Aguad y Juez), siendo candidato a legislador por el departamento Capital. A partir de la militancia en Patria y Pueblo – Zonal Córdoba, integrando por lo demás su Mesa Nacional, procuro contribuir a la reconstrucción de una fuerza socialista de la Izquierda Nacional, considerando que se trata de un instrumento insustituible para la tarea de rehacer el Frente de Liberación Nacional que el país requiere, si pretendemos terminar con el secular dominio oligárquico imperialista y unirnos al destino común latinoamericano, en una gran nación.
Los trabajos reunidos en este sitio pretenden contribuir a esa tarea.
Un saludo fraterno desde el Brasil, compañero Aurelio Argañaraz, su trayectoria y pocisionamientos coincidieron con los míos. Fuerte abrazo. Enrique Julio Romera